El texto “Género y Desarrollo Social. Apuntes para un Trabajo Social Feminista”, escrito por Virginia Romero Plana en 2025, ofrece un análisis detallado y actual, desde la teoría feminista, sobre la relación entre género, desigualdad y trabajo social. Su objetivo es fortalecer el enfoque crítico en la disciplina y compartir herramientas conceptuales y metodológicas para profesionales y estudiantes del Trabajo Social y afines.
Estructura del texto
La obra se divide en dos unidades temáticas fundamentales: “Los estudios de género: realidades y feminismos” y “Desarrollo, género y Trabajo Social”.
Unidad I aborda los conceptos básicos sobre el sistema sexo-género, los roles y estereotipos, las desigualdades y violencias de género, con énfasis en la discriminación histórica y las formas contemporáneas de opresión. También analiza brevemente la historia y las distintas olas del feminismo, el surgimiento de estudios sobre masculinidades y la lucha por el reconocimiento de las diversidades.
Unidad II se orienta al análisis de las desigualdades de género en diversos contextos de vulnerabilidad, la feminización de la pobreza y el desarrollo social de las mujeres. Reflexiona sobre enfoques de desarrollo, los aportes de los feminismos, y plantea la incorporación de la perspectiva de género como eje transformador del Trabajo Social, subrayando la importancia de la igualdad, la justicia y la inclusión.
Temas centrales
Sistema sexo-género y desigualdades: La obra señala que el sistema sexo-género, impuesto desde perspectivas androcéntricas y patriarcales, asigna roles y expectativas que normalizan la subordinación de las mujeres. Los estereotipos de género generan discriminación y obstáculos para el desarrollo integral, mientras la violencia (física, psicológica, económica, patrimonial, sexual y simbólica) se sostiene y reproduce desde estructuras cotidianas y culturales.
Feminismos y movimientos sociales: Se repasa la historia del feminismo, desde su origen como denuncia de las injusticias y búsqueda de igualdad, pasando por las cuatro olas feministas, hasta los feminismos contemporáneos decoloniales, negros, indígenas y de diversidad sexual, que enriquecen el debate y la acción política. El texto destaca la importancia de entender la interseccionalidad para abordar la multiplicidad de opresiones.
Trabajo Social feminista: El feminismo provee a la disciplina herramientas teóricas y prácticas para comprender, analizar y transformar problemáticas sociales, enfatizando la necesidad de reconocer y romper con los esquemas asistencialistas y paternalistas tradicionales. Se propone el Trabajo Social feminista como aquel que interpela críticamente las estructuras de poder, defiende los derechos humanos y promueve la autonomía personal y colectiva, reconociendo la diversidad y fomentando propuestas de intervención con enfoque de género en todos los niveles.
Enfoques para la acción
Transversalización de la perspectiva de género: Se argumenta que todo proceso de diagnóstico, planeación, intervención y evaluación social debe incluir este enfoque para garantizar la transformación real y equitativa. Esto implica visibilizar y corregir desigualdades, empoderar a las mujeres, promover la coeducación, cuestionar los estereotipos y roles tradicionales, y generar comunidades más justas y sostenibles.
Retos y rupturas: El libro invita a los y las profesionales a construir una conciencia crítica, rechazar la neutralidad de la intervención social y subrayar el papel político del Trabajo Social en la promoción de la igualdad y la justicia. Propone un lenguaje inclusivo, la colaboración con hombres sensibles a la igualdad, y la capacitación constante para identificar y desmantelar sistemas de privilegio y exclusión. Destaca la importancia de la auto-crítica y el aprendizaje colectivo en la práctica profesional.
Conclusiones esenciales
El texto concluye que la incorporación del enfoque feminista y de género en el Trabajo Social es no sólo útil, sino indispensable para abordar la complejidad de las desigualdades y violencias que persisten en todos los contextos. Defender la autonomía, la independencia y la libre elección, así como cuestionar las episteme tradicionales, son clave para avanzar hacia una transformación social duradera y sistémica. La intervención social requiere compromiso ético y político, y debe estar orientada a romper las estructuras patriarcales y asistencialistas, favoreciendo la agencia y el empoderamiento real de las personas, especialmente de las mujeres en situación de vulnerabilidad.
Esperamos que lo disfruten
El equipo de radio Inclusión Disidente y repositorio digital.CL