El libro “La mediación artística: Arte para la transformación social, la inclusión social y el trabajo comunitario”, de Ascensión Moreno González, propone que el arte puede ser una poderosa herramienta de transformación social y mediación comunitaria, especialmente para poblaciones en situación de vulnerabilidad o exclusión social.
Contenido principal
La obra desarrolla cómo, a través de talleres y proyectos artísticos —como teatro, artes plásticas, música, fotografía o danza— se genera un espacio seguro para la expresión simbólica, el juego creativo, la reflexión, el desarrollo de capacidades, y la creación de vínculos afectivos entre los participantes. El arte trasciende su dimensión estética para convertirse en un método de intervención socioeducativa, que favorece la resiliencia, el empoderamiento individual y colectivo, y la reconstrucción de la autoestima. El proceso artístico, más que el resultado final, activa mecanismos de simbolización y resignificación de la propia historia personal y de la comunidad.
Objetivos y metodología
El texto enfatiza que el objetivo de la mediación artística no es la formación de artistas, sino la transformación personal y social. Se busca que las personas puedan expresar sus vivencias, resignificar sus emociones, y reconstruir relatos de identidad—tanto individuales como colectivos—por medio de la creatividad. Se recomienda alejarse de talleres cerrados y dar preferencia a espacios flexibles, donde los participantes tienen libertad para decidir sus temas y modos de expresión. El acompañamiento del mediador artístico debe ser coherente, empático, profesional y delimitado en cuanto a los vínculos afectivos, para no generar dependencia y para promover la autonomía.
Talleres y contextos de mediación artística
Se abordan diversos contextos sociales: infancia, jóvenes, personas mayores, personas sin hogar, prisión, adicciones, discapacidad, problemas interculturales, pobreza y exclusión, y conflictos bélicos. En todos los casos, se destaca que el arte ayuda a afrontar traumas, superar estigmas, elaborar conflictos, y participar activamente en la comunidad. El arte es descrito como un lenguaje que permite abordar lo que el discurso tradicional no puede, abre caminos de comunicación donde las palabras no llegan, y fomenta la reconstrucción del tejido social.
Desarrollo cultural comunitario
La obra presenta el “Desarrollo Cultural Comunitario” (DCC) como una evolución moderna del trabajo comunitario a partir del arte y la cultura. DCC implica la participación activa, horizontal y democrática de los habitantes de un territorio en proyectos artísticos destinados a mejorar las condiciones de vida, eliminar mecanismos de marginación y fortalecer los valores y la identidad colectiva. La cultura se concibe en sentido amplio, abarcando modos de vida, costumbres, creencias, tradiciones y formas de relación, y se promueve como motor de inclusión, cohesión social y diálogo intercultural.
El libro concluye que la mediación artística proporciona herramientas para la transformación emocional y social, promueve la inclusión y la paz, y que la creatividad es fundamental para construir alternativas y resignificar tanto la identidad individual como colectiva. Recomienda adoptar modelos abiertos y participativos, donde la comunidad es protagonista de su propio desarrollo, y el arte funciona como catalizador de cambios profundos en las personas y los territorios en los que viven
